sábado, 1 de octubre de 2011

UN TAPIZ DE HOJAS Y FRUTOS DE ALMENDRO

Hace calor aun y cuando es de noche, es normal para el tiempo de la canicula y los grillos.

Temporada de lluvias, mediados de agosto unos minutos después de las diez, grilla en la Cumbre, delegación importante en el municipio de Tomatlan (el crecimiento económico de la zona en los últimos diez años fundamenta el interés del cacique), alrededor, cada uno de los viejos  ahí presentes, que de ...una manera u otra fueron manejando leves fueros políticos por sus endebles intereses en esa ranchería desde hace 40 años, unidos con maña ahora para darle una lección al cacique viejo, hijo del cacique mas viejo; nosotros aceptando la coyuntura con el sigilo y la simpleza que la ocasión amerita.

Seria ingenuo creer que lo que estamos dialogando guarda un compromiso mas allá de los seccionales, sabemos que debemos ofrecer algo aun más fuerte que el movimiento que hemos forjado paso a paso con la fuerza rebelde de nuestros treinta y tantos años y los 300 votos con que ganamos el Frente Juvenil.

Quien  amalgama a los viejos tiene el nombre de uno de mis héroes favoritos de “La Ilíada”; el puntea la planilla que busca elegirse en el seccional.

 Héctor, en la Ilíada muere y se lleva con su suerte a Troya, mientras Príamo ve arder Troya llorando su rabia con Hécuba ya seca de dolor maldiciendo a los dioses.

Yo veo a arder a Troya en mis sueños, pero no la de los viejos escritos de Homero, veo a mi Troya personal.

Melifluo y con mi guitarra sobre las piernas, veo como arde Tomatlan en explosiones que van levantando por los aires calle a calle, casa a casa y las piedras del empedrado vuelan a mil por hora  reventándose los adoquines de la calle Galeana al rojo vivo de tanto ardor; yo sentado, como dije antes, apacible y con una monalisaica sonrisa, mientras las gentes despedazadas yacen en los torturados suelos segadas sus vidas, omnipotente veo sus almas, ya desde antes perdidas también, elevarse buscando la impenetrable seguridad de la cúpula que me alberga, tomo mi lira con parsimonia y comienzo a tensar las cuerdas, afinándolas mientras me dispongo a cantalear un triste blues por todos, como si desde de mi sonrisa enigmática buscara la esperanza de un Da Vinci que organizando a sus pupilos se dispusiera a inmortalizarme con sus aplicados pinceles en un lienzo intemporal.

Dentro de cuatro días la suerte dirá como termina este capitulo, mientras, habrá que cuidar las urnas, promover el voto explicando su importancia democrática y apelar a la inteligencia de los sufragantes mas que al interés inmediato de las fiestas y recepciones con birria y mariachi, pero detrás de todo habrá que hacer acarreos de gente e inducir a votar por el candidato propio aun en la urna para evitar que la inercia de los aparatos impuestos por el cacicazgo por décadas, se manifieste en los resultados.

Esta noche me soñare en Troya, el cuerpo de Aquiles ardera en una pira funeraria en la playa desnuda y fría, detrás del amurallado tendidos los cuerpos tiznados del pueblo por las graderías de palacio y los guardias atentos a los avisos de los vigías desde las altas almenas; subo a los aposentos de Héctor, que herido y golpeado se revela despierto y con vida, encontró el famoso talón de Aquiles antes de tiempo y proyectó  como es mas difícil, pero mejor, vencer a los augurios que convertirse en héroe

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